Conejos

Conejos




- Vida media de 8 años (de 7 a 9).
- Hábitos diurnos (descansan y duermen toda la noche), esto es una ventaja para nuestra mutua convivencia; no hace falta levantarnos a media noche a alejar la jaula de nuestro cuarto porque los ruidos no nos dejan dormir.

- Mansos por naturaleza, pueden llegar a aprender trucos (ponerse de pie cuando se lo mandemos, saltar pequeñas vallas, venir cuando le llamemos), además se hacen muy cariñosos si los acostumbramos, sin atemorizarlos ni ponerlos nerviosos.

- Si en el caso de los hamsters recomendamos sacarlos de la jaula, acariciarlos y dejarlos hacer ejercicio en el suelo (con la precaución de que no haya dónde esconderse o con qué lastimarse), en los conejos se hace indispensable. Nos sorprenderá la relación que podemos llegar a tener con un conejito bien educado (hay quienes aseguran que les obedecen tanto como los gatos). De ninguna manera debemos adoptarlo si pensamos recluirlo indefinidamente en su jaula (por mucho que sea de oro). Sin embargo, tampoco debemos dejarlo suelto sin ningún tipo de supervisión ya que podría morder cables o causar cualquier tipo de accidente. Los más confiados los sueltan en zonas que no contemplan riesgos (por ejemplo un balcón vacío y limpio o un pasillo sin muebles ni enchufes…), además están educados en el sentido de que sus animales no orinan o defecan en el suelo, sino que aprenden a llegar hasta la jaula.
Reproducción



Aunque la fecundidad de la coneja es de sobra conocida, no es capítulo frecuente en un hogar. No es tan sencillo como con los pequeños roedores porque se hace necesario contar con cierto espacio y acondicionamiento, además se da el hecho de que generalmente se quiere un solo conejo y no más.
Alimentación y cuidados básicos



Podemos equipararlo en líneas generales al hamster en cuanto a la necesidad de disponer de un habitáculo amplio, limpio y con abundante cama de viruta de madera. Pero además, un conejo requiere también una atención en sí mismo: desde cepillados, corte de uñas si no se desgastan suficientemente, limpieza e inspección de oídos (por si tuvieran otitis) e incluso revisión de incisivos.

Debemos asegurarnos que los desgastan adecuadamente y si no es así, el veterinario se encargará de cortarlos periódicamente.
La alimentación se compondrá también de semillas de los preparados comerciales y de los mismos complementos de calcio, ruedas de sal, frutas, vegetales y hortalizas variadas.
- Especialmente para el conejo resulta importante darle las frutas y verduras lavadas y secas. Tienen un aparato digestivo muy sensible, por eso un exceso de verdura puede causarles indigestiones serias. Por esta razón repetimos lo antes explicado: cada alimento nuevo que le ofrezcamos deberá ser en pequeña cantidad, lavado y seco (sobre todo si es lechuga).

- Heno abundante es lo que debe tener un conejo siempre a su disposición. No hay riesgo de que le siente mal (mientras esté en buenas condiciones), además necesitan ingerir mucho volumen de forraje.
- Podemos encontrar a la venta pienso para conejos, en este caso ¡cuidado!. No debemos abusar de él. Esos piensos están pensados para conejos de engorde, animales de vida corta que deben crecer rápidamente para luego ser consumidos. Son muy grasos y proteicos, muy poco recomendables para una mascota que deseamos que viva muchos años sin problemas.
Enfermedades



Igual que los hamsters (y que cualquier mamífero en general) pueden sufrir trastornos digestivos, carencias nutricionales, problemas reproductivos, enfermedades infecciosas, parasitarias, accidentes, heridas, etc…
- Cabe destacar que en los conejos silvestres hay varias enfermedades víricas muy graves de las que se ha conseguido vacuna y que, sistemáticamente, se emplean en los criaderos y granjas. Los conejos que se utilizan como animales de compañía también se hacen, como si de un gato se tratara, inspecciones periódicas acudiendo al veterinario. Éste es el encargado de desparasitarlos de posibles lombrices intestinales y de vacunarlos contra las temidas Mixomatosis y Enfermedad Vírica Hemorrágica.

Aunque no es un roedor como el hamster (pertenece a la familia de los lagomorfos), tiene muchas características similares al anterior. De hecho, diríamos que los cuidados básicos, alimentación, etc. son iguales, con la particularidad de que al ser de tamaño mucho mayor, requieren jaulas más grandes y mejor limpieza.

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