Hamsters

Hamsters




El Mesocricetus auratus es el roedor más frecuente en nuestros hogares. Resulta el más económico y también el más sencillo de mantener, resulta ser uno de los más pequeños que se habitúa a vivir toda su vida (de 2 a 3 años) en una jaula (lo más amplia, limpia y llena de accesorios posible). Lo mejor es adquirir el hamster de joven, mimarlo, sacarlo de la jaula (siempre con cuidado de que no pueda esconderse en lugares que más tarde no podamos acceder). Esta mascota se puede acostumbrar muy bien a que la tengamos en la mano acariciándola.

El hamster ruso o chino es una variedad miniatura del anterior fácil de conseguir hoy en día en las tiendas de mascotas.
Características



- Mide en estado adulto unos 17 centímetros de longitud, con un peso de hasta 200 gramos. De pelaje denso y suave que puede ser largo. La cola es muy corta, lo que resulta un factor favorable para que las personas un poco reacias a ellos no los vean como una rata común.

- De hábitos más bien nocturnos, es frecuente verlos durmiendo gran parte del día y comenzar una gran actividad al atardecer. Aunque no recomendamos molestarles e ir a despertarles bruscamente cuando duermen, es conveniente despertarles poco a poco para que los niños, a la salida del colegio y mientras hacen los deberes, puedan verle y jugar con él.

- Frioleros y ordenados: Tienden a ensuciar sólo la zona del retrete manteniendo la cama y la despensa limpias.
- Orinan bastante por lo que se hace necesario disponer de una jaula amplia con abundante viruta de madera en la base para que absorba la suciedad y no haga falta limpiarla demasiado a menudo.

- Salvo en habitáculos muy grandes viven mejor solos. Se recomienda juntar macho y hembra exclusivamente con fines reproductivos y durante los días de celo de la hembra.
La reproducción



- Son de reproducción espectacular, resultando muy apropiados para que los niños disfruten y aprendan el apareamiento, gestación, parto y lactancia de 6-12 pequeños hamsters. Las hembras suelen ser fértiles para las 8-10 semanas de vida, tienen ciclos sexuales a lo largo de todo el año, celo cada 4 ó 5 días y tras el coito, la gestación dura 15-16 días.

- Cuando tenemos una camada, se recomienda no tocar a los recién nacidos por si la madre les nota un olor extraño y los abandona. Para evitar tener que molestarles limpiando la jaula, cuando la madre esté próxima al parto realizaremos una última limpieza de la jaula. Es entonces cuando esparciremos una buena capa de sepiolita (piedras absorbentes para gatos) y encima de ésta, colocaremos otra cantidad generosa de viruta de madera. La hembra debe quedarse sola, sin el macho, que frecuentemente ataca a los recién nacidos. Tras el parto, y sólo si la jaula es amplia, podremos aguantar sin limpiarla hasta que las crías salgan del nido completas de pelo, caminando por sí solas e incluso comiendo alguna semilla, además de la leche materna.

- Si la madre se encuentra en malas condiciones higiénicas, falta de comida variada o agua, es frecuente que sacrifique (y llegue a comerse) a las crías.
Alimentación



Los hamsters silvestres comen de todo: semillas, hierbas, frutas frescas o secas, lombrices e insectos. A estos animales, que se desarrollan en nuestro hogar, debemos intentar ofrecerles una dieta rica, equilibrada y sobre todo muy variada, basada en los preparados comerciales de semillas secas (en los que predomina la pipa de girasol) a los que añadiremos frutas, verduras, pan seco y carnes.
Además, es recomendable colocar también en su jaula preparados en forma de ruedas de sal para hamsters, heno y alfalfa… hoy en día fabrican incluso golosinas específicas para ellos.

- El bebedero especial para hamsters es una botella que se cuelga verticalmente hacia abajo desde el exterior de la jaula: es importante que los animales (que podrían romperlo) accedan sólo al tubo metálico del que chupan el agua.
Juguetes



En la actualidad se fabrican muchos accesorios para ellos: casetas para dormir, una manta especial, ruedas para hacer ejercicio, una bola transparente que le permite pasearse por la casa sin peligro de que se pierda, galerías-laberintos de tubos, etc.
Como la propia palabra indica roedor significa que necesitan “roer”, mordisquear a menudo objetos duros con la finalidad de limar sus incisivos, de crecimiento permanente. El pan debe ser muy duro y aunque las galletas y bolas de calcio para hamsters ayudan bastante, es necesario añadir también trozos de madera para que los puedan romper sin comérselos.
Enfermedades



Deficiencias nutricionales: Se beben a una alimentación inadecuada. Son muy importantes y llegan a ser peligrosas las carencias de ciertos minerales (calcio, fósforo, sodio, potasio, hierro y yodo) y las avitaminosis (sobre todo de los grupos: A, B, C y E). Podemos encontrar signos de anemia, abortos e incluso patologías nerviosas, que el veterinario deberá valorar y tratar en consecuencia.

Trastornos digestivos: Pueden aparecer con cierta facilidad si las jaulas de los animales están muy sucias y húmedas. Los alimentos se contaminan de organismos perjudiciales y luego, evidentemente, sientan mal. Otras veces puede ocurrir que con nuestra mejor intención le ofrezcamos un alimento nuevo al animal y éste coma demasiado y se empache Las verduras tienden a fermentar y producir gases, e incluso, digestiones difíciles si las consumimos en gran cantidad. El problema se evita ofreciéndoles una elevada variedad de alimentos, pero en pequeñas cantidades. Si desgraciadamente tenemos al animal con el abdomen hinchado, dolorido e incluso con diarrea, el veterinario deberá ponerle en tratamiento y probablemente nos recetará también un par de días de dieta exclusiva de heno.

Gastroenteritis infecciosas: Hay ocasiones en que las diarreas aparecen por motivos más serios y de peor pronóstico que el de una alimentación incorrecta. Son relativamente frecuentes la Salmonellosis, Colibacilosis, etc. Algunas enfermedades como el “Síndrome de la cola mojada” o la “Enfermedad de Tyzzer”, común al conejo, pueden ser de muy difícil curación a pesar del tratamiento.
Enfermedades de piel: Es frecuente ver a estos animales con heridas, incluso infectadas, en caso de peleas de animales y/o de suciedad del entorno. Deben limpiarse y desinfectarse con cuidado y si detectamos una infección, depilaciones extrañas, coloraciones o descamaciones desconocidas, acudir al veterinario.
También los parásitos: Ya sean internos o externos (hongos o ácaros) pueden afectar a los roedores.
Catarros: Por pasar frío, baños inadecuados, corrientes, etc…pueden tener catarros que, siendo más o menos graves, mostrarán como en cualquier especie una mezcla de toses, estornudos, mocos… . Incluso nosotros mismos, las personas, podemos contagiarles algunas bacterias de nuestra garganta, de manera que lo más conveniente si estamos acatarrados es tener mucho cuidado de no acercarnos demasiado a los roedores porque podemos trasmitirles nuestra enfermedad
Accidentes: Lo más habitual son las caídas desde manos o muebles y las mordeduras de cables eléctricos, entre otros muchos. Ante todo, aunque nos encanta que salgan de la jaula y se acaricien, nunca debemos dejarlos sueltos en el suelo si hay muebles bajos o entre aquellos aparadores tras los que se puedan esconder. Podríamos estar días sin localizarlos y en ese tiempo puede pasar de todo.
Como mamíferos que son, pueden sufrir un sinfín de patologías diversas que afecten a los distintos órganos del cuerpo, desde un problema cardíaco hasta una infección renal, pasando por tumores de mama.

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