Iguanas

Iguanas

Asesoría en Nuevos Animales de Compañía


©Joan Queralt Gil

Iguanas




características

mantenimiento

alimentación

reproducción

cuidados



Mantener una iguana en el hogar es todo un ejercicio de responsabilidad. En primer lugar porque se trata de un animal protegido por los convenios internacionales CITES que lo incluyen como especie que, aún no estando en peligro inmediato de extinción, puede llegar a estarlo debido al tráfico ilegal. Por esta razón cuando vayamos a adquirirla nos dirigiremos a un comercio de confianza donde, junto con el animal, nos entregarán la factura extendida de acuerdo con la legislación vigente donde queda constancia del nombre científico y se asegura que ha superado todos los trámites legales de importación.

La segunda responsabilidad hacia este reptil consiste en alojarlo, cuidarlo, mantenerlo y alimentarlo en las condiciones más adecuadas a sus necesidades. El entorno que le proporcionemos debe ser lo más parecido posible a su medio natural originario. De este modo le proporcionaremos una existencia agradable donde su desarrollo no pueda verse limitado.






Características


La iguana verde, de nombre científico Iguana iguana, es un reptil que alcanza un gran tamaño, hasta 2 metros, de los que 1′30 corresponden a la cola, siendo su peso medio de unos 15 Kilos. Se trata de un animal ágil que solamente baja al suelo para beber agua y pasa la mayor parte del tiempo desplazándose entre las ramas de los árboles donde encuentra su alimento. Sus patas son fuertes y terminan en dedos extremadamente finos y largos provistos de uñas muy apropiados para agarrarse con facilidad a los troncos de las plantas. El color verde de su piel les permite, además, confundirse perfectamente con la vegetación y pasar desapercibidos a los ojos de sus depredadores.

La verde piel de la iguana está recubierta de pequeñas escamas y una cresta, más aparatosa en los machos, recorre su dorso desde la cabeza hasta la cola. Las caracteriza asimismo un gran repliegue de la piel bajo la mandíbula inferior a modo de papada. En conjunto este reptil ofrece un majestuoso aspecto que nos recuerda al de sus extintos antepasados los dinosaurios.



Mantenimiento


Su medio ambiente originario son las selvas tropicales que se extienden desde el Sur de México hasta el Brasil. Estas selvas se caracterizan por la alta temperatura del aire y la elevada humedad atmosférica. De modo que el alojamiento más adecuado que podemos ofrecerle es un gran terrario provisto de arbustos y ramas secas donde pueda moverse sin excesivas limitaciones. Dotaremos este terrario con la calefacción necesaria para que la temperatura oscile durante el día entre los 25 y los 35ºC y descienda a 20ºC durante la noche. Un recipiente con agua tibia proporcionará la necesaria humedad al aire y, a la vez, calmará la sed de la iguana. Es preferible que exista algún rincón donde incidan los rayos del sol puesto que además de calor proveen de rayos ultravioleta (UVA) necesarios para su metabolismo. En su sustitución puede instalarse luz fluorescente diurna para terrarios y una lámpara de rayos UVA cuyo funcionamiento debe dosificarse para evitar quemaduras.



Alimentación


A pesar de su feroz apariencia se trata de un animal fundamentalmente herbívoro, aunque los ejemplares más jóvenes tengan una dieta más amplia y flexible. Su alimentación debe ser rica y variada incluyendo toda clase de frutas y verduras: hojas de lechuga, escarola, diente de león, trébol, col; en primavera flores de frutales, calabacín o trébol; frutas del tiempo (manzana, uva, tomate, naranja) y alimentos cocinados tales como arroz hervido con verduras o copos de cereales. Es importante en todos los casos ofrecer un aporte continuo de calcio bien a través de la dieta bien como complemento añadido a ella.



Reproducción


Las iguanas son reptiles que se acostumbran fácilmente al trato humano pero difícilmente se reproducen en cautividad. Si disponemos de una pareja reproductora observaremos que tras el apareamiento la hembra excava una profunda galería en el suelo donde deposita una enorme puesta, hasta 60 huevos del tamaño de una pelota de ping-pong. El desarrollo, que debe ocurrir a 30ºC de temperatura, dura unos cien días y las crías eclosionan con un tamaño alrededor de los 20 cm.



Cuidados


Son animales resistentes a las enfermedades si han pasado un periodo de cuarentena y desparasitación y se extreman las medidas higiénicas de su hábitat. En realidad la mayoría de problemas que llegan a padecer son debidos a condiciones inadecuadas de mantenimiento: falta de humedad en el aire que ocasiona problemas respiratorios y de la piel, quemaduras por el exceso de exposición a los rayos UVA, avitaminosis por la falta de exposición a la luz solar o por dietas monótonas y pobres en minerales y vitaminas esenciales, y finalmente fracturas u obesidad provocadas por la falta de ejercicio en instalaciones excesivamente pequeñas.

©Joan Queralt Gil

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