Independencia Felina

Independencia Felina

El gato, como animal, no necesita de nadie para vivir
con éxito. A diferencia del perro, cuya estructura social es compleja, los
felinos tienen una organización muy sencilla, y si dispone de un territorio
con alimento, tiene todos sus problemas resueltos.

El perro
necesita y teme al amo, sin el cual, moriría de hambre pues no sabe como
valerse por sí mismo, a menos que se organice en un grupo o clan, elija un
jefe, y aprenda a cazar en grupo. El perro pasó de vivir en la manada
canina, para vivir en la manada humana.

EL gato es completamente distinto. Nunca, en los miles de años de
evolución que ha vivido, ha necesitado de nadie; se aparea, en su época de
celo, y es buen padre, pero el resto del tiempo, puede valerse por sí mismo,
y de tal manera que obtiene un éxito sorprendente. Así, el gato en su
trayecto de campo a ciudad, se ha adaptado a las circunstancias impuestas
por la domesticación, pero siempre, ha mantenido su libertad, que es una
característica imperecedera de todos los felinos.

Así, el gato acepta, disfruta y comparte la compañía humana, pero
evita el exceso de protección y de dominio sobre sí, manteniendo siempre su
independencia y voluntad. Simplemente, por que no está acostumbrado a ello,
y su memoria tiene por lo menos 20 millones de años.

El gato es un individuo tranquilo, no se apura nunca, ni tiene interés
en mantenerse despierto o dispuesto para la caza, mas que el tiempo
imprescindible. Tranquilamente sale, escoge una pieza de caza, establece su
estrategia de caza, captura su presa, se la come, en el menor tiempo,
utilizando sólo el esfuerzo indispensable, sin pérdida de energía, con una
eficiencia sorprendente, y sobre todo: solo. Es mas, si alguien trata de
ayudarlo, seguro lo que consigue es entorpecer su trabajo.

Cuando termina toda esta actividad, se dirige tranquilamente a su
casa, como si nada hubiese pasado, y su amo, ni siquiera se entera de lo que
su gato ha estado haciendo. No es que el gato se crea independiente, es que
realmente, lo es. Es un ser libre.

El gato permite que disfrutemos de su compañía, y nos permite
disfrutar de la de él, pero querer controlarlo, y manejarlo, sería querer ir
mas allá de la psicología felina, y sería como “querer encerrar el viento en
una jaula”. Hay que entender esta psicología felina, y así comprenderemos y
disfrutaremos mas la independencia de este extraordinario compañero.
No podemos pretender que un gato se comporte como un perro, pues tiene su
propia idiosincracia,y psicología, y en la medida que comprendamos que el
perro, el gato, las aves, los roedores tienen sus propias características
especiales y necesidades distintas, podremos disfrutar mas de la compañía de
cada uno de ellos, y entonces podremos comprender que lo que a veces se
critica o rechaza en un gato: su independencia, además de ser un rasgo
especial de su personalidad, les da precisamente, ese encanto que les
caracteriza.


Artículo realizado por el equipo de redacción de
MascotAmigas™

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