Peinando mi gato

Peinando mi gato 

La peluquería felina:
Limpiando
y Peinando de un gato

Peinando a mi gato:

Si los gatos tienen el pelo enredado, lo saben, y también saben donde están los
nudos. Van a tener miedo de que usted peine a través de los nudos porque saben
que duele. La mayor parte de las veces todo el procedimiento de peinado del gato
será ligero, pues no habrá ni nudos ni enredamientos. La primera vez decida a
acicalar a su gato, será mejor empezar con un peine de dientes bastante
separados y empezar peinando ligeramente. Después se recomienda ir progresando a
peines con dientes más cerrados.

Cada vez que comience a peinar a su gato piense en el peine como como un
método de exploración. No asuma automáticamente que los dientes de el peine van
a alcanzar hasta la piel en la primera pasada.

Divida mentalmente el pelaje de el gato en cuartos para peinarlo. En la primera
pasada del peine déjelo explorar el cuarto superior, las puntas de los pelos, si
esto sale bien entonces peine de nuevo pero meta mas adentro el peine entre el
pelo, si encuentra resistencia vuelva a peinar esta área hasta que saque todo el
pelo suelto, haga lo mismo con el tercer cuarto de el pelo y en el cuarto
cuarto, que es cuando el peine ya esta tocando la piel.

Se necesitan ambas manos para peinar a un gato. La mano que esta peinando
agarra el peine por los dientes, con su pulgar descansando sobre el lado de los
dientes, cerca de la punta. Debe usar pasadas cortas mientras aprende, porque su
pulgar debe ser un órgano sensitivo. Por su pulgar usted se dará cuenta si hay
nudos o resistencia. En otras palabras, la sensibilidad de su pulgar le avisara
si le esta estirando el pelo a su gato.

Su otra mano se usa para alisar el pelo del gato antes de pasar el peine. La
piel de un gato saludable es suelta y puede formar pliegues bajo el pelo. Así
que la segunda mano es la mano para acariciar. La razón para usar la mano para
acariciar es mas fácil de entender si nos damos cuenta que aun y cuando queremos
peinar todo el pelaje de el gato, alguno de este pelo esta localizado sobre
huesos protuberantes como los que se encuentran en la axila o en el frente de la
cola. La mano de acariciar es usada para mover el pelo suelto para poder peinar
fácilmente sobre los huesitos protuberantes y después dejarlo que se regrese a
su lugar.

Explíquele a su gato lo que esta haciendo conforme trabaja y sea muy claro
acerca de las razones atrás de cada movimiento que hace. “Esto eliminara toda
la tierra de tu pelaje” o “Te vas a sentir muy bien cuando te quite todo
el pelo viejo y sucio”. Si, durante el curso de su acicalamiento su gato
llora o se queja, no lo ignore. Pare. Nada pone a un gato mas nervioso que el
pensar que no tiene control sobre una situación. Si le dice que pare, pare.
Investigue cual es el problema y resuélvalo. Entonces continué.

Aquí está el orden en el cual debe peinar a su gato:

Primer paso para limpiar un gato: empiece con la parte de abajo de
el cuello, es donde mas les gusta.

Segundo paso para peinar un gato: prosiga mas abajo de la garganta y
hasta el pecho. El gato deberá estar sentado viendo hacia el lado opuesto de
usted. Pase la mano de el peine por un lado de el gato y la otra mano por el
otro costado. Incline la cabeza del gato ligeramente hacia arriba y empezando
desde arriba, en las mejillas, peine hacia abajo. Siga hacia abajo gradualmente.
Ninguna pasada de el peine debe ser mas larga que tres o cuatro pulgadas.
Recuerde que aun esta explorando. Prosiga de las mejillas hacia el cuello, pecho
alto, pecho bajo hasta llegar entre las patas delanteras.

Tercero paso para peinar un gato: peine el cuello de nuevo, no porque lo
necesite, sino porque al gato le gusta y es bueno que relacione el peinado con
sensaciones placenteras. Por esta razón deberá peinar el cuello después de
terminar de peinar cada sección.

Cuarto paso para peinar un gato: la espalda. Peine un lado y luego el
otro paralelo a la espina dorsal, pero nunca permitiendo que el peine pegue
contra las vértebras. Al peinar el cuello, use pasadas cortas, y peine un
poquito a la vez. Algo sobre el Angulo de el peine: El peine debe sostenerse con
los dientes contra la piel, no piense en peinar pelo, sino en tocar la piel.

Quinto paso para peinar un gato: los muslos. Deslice su mano acariciadora
entre las patas traseras del gato hasta que se encuentre entre las patas
delanteras con la palma de su mano bajo el pecho de el gato y su antebrazo bajo
el abdomen. Ahora despacio, empiece a levantar al gato un poco con su antebrazo.
Conforme usted levanta el gato automáticamente estirara las patas traseras
queriendo alcanzar la mesa, aproveche que las patas están estiradas para peinar.
Después peine el muslo interior de la pata opuesta.

Sexto paso para peinar un gato: el pelo largo y sedoso que forma la
frontera entre los costados de el gato y el abdomen es llamado “faldas”. las
faldas cerca de el frente de el muslo y cerca de la axila son áreas donde
frecuentemente ocurren nudos de pelo. Los cuartos traseros, las faldas y el
pecho son áreas que tienen que peinarse diariamente. Para peinar las faldas use
la misma técnica de los muslos. Levante al gato. Que el gato mire hacia el lado
opuesto de usted, levante al gato, pero no de forma perpendicular, pues esto lo
asustara de caerse hacia atrás… en lugar de eso levántelo solo lo suficiente
como para que las patas delanteras se sepa en un poco de la mesa. El gato estará
ligeramente diagonal con su pecho en la mano de usted. Ahora en lugar de
levantar mas, estire hacia adelante un poquito a el gato para que la piel bajo
las faldas este estirada y usted pueda peinarlas. De esta manera también peine
el pecho y el abdomen.

Séptimo paso para peinar un gato: el pecho entre las patas delanteras.
Poniendo la mano de el peine entre las patas delanteras tan alto como alcance
empiece a peinar.

Octavo paso para peinar un gato: la cola es hasta el final. Vuelva a
peinar el cuello. después siga con la cola, la cola es muy sensible así que sea
cuidadoso. Péinela en secciones, no la peine de una sola pasada desde la ase
hasta la punta. Asegúrese de no estirar y de no meter demasiado el peine. Las
colas son delicadas y sensibles.