Roedores – Consideraciones
Roedores – Consideraciones
Lo más amplio posible en la medida de nuestras posibilidades económicas y de espacio. Lo ideal es una jaula grande y aireada donde dispondremos de comida y agua continuamente (alimentos preparados a los que añadiremos frutas y verduras frescas, pan, etc.).
- No es lo mismo un hamster chino en una buena jaula con abundante material absorbente, que un conejo de 1,5 kilos en una jaula apenas algo mayor que la anterior.
- Igual que se decide cómo y cada cuánto tiempo limpiamos la casa, el propietario elegirá la frecuencia y la forma de asear a sus mascotas. Estos animalitos en sí no huelen, lo que huele mal es la jaula, pero por falta de higiene.
Debemos enseñar a los niños a acercarse de igual modo y asegurarnos de que, cuando comiencen a coger a su mascota en brazos, no se les caiga al suelo. La dolorosa experiencia de caer desde casi un metro de altura puede hacer que un inofensivo hamster ya no quiera dejarse tocar y muerda para evitarlo.
De los animales al hombre, y del hombre a los animales
Resaltaremos el hecho de que no son frecuentes y de que prácticamente nunca resultan ser problemas serios resolviéndose con facilidad.
Los mordiscos de estas pequeñas mascotas pueden infectarse. De hecho, los gérmenes que habitan en la boca tienden a multiplicarse generosamente si son inoculados en carne fresca. Los dientes afilados y cortantes producen pequeñas heridas punzantes que debemos desinfectar abundantemente con agua oxigenada.
- Lavarnos las manos después de tocar a los animales y especialmente antes de comer.
- No debemos permitir que duerman dentro de nuestra cama.
Estas medidas preventivas deben llevarse a cabo de una manera más rigurosa cuando las personas que van a convivir con las mascotas sean niños inmunodeprimidos (con leucemia, SIDA, etc). En algunas ocasiones, dependiendo del caso, está contraindicado su convivencia con ciertos animales.
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